lunes, 9 de abril de 2012

Se va de nuestras manos.

26 abril, 2011


No sé qué es lo que me pasa. Llegó la noche, y con ésta, mi penumbra. ¿Por qué me tiene que ocurrir esto a mí? Parece que son fechas señaladas... ¿O sólo me lo parece a mí? Sí, creo que sí.

Ocho. Ocho son los meses que hace que no estás aquí, a nuestro lado. Desde entonces, nada volvió a ser lo mismo.

Son pequeñas cosas las que hacen que me acuerde de ti, o mejor dicho, nos acordemos.

Lágrimas resbalan por nuestras mejillas cuando te recordamos. Eras especial, y contigo, tu habla, tus gestos... Tu todo.

Me he obligado a no ver nada referente a ti, pues sólo vienen los recuerdos a la mente; recuerdos que jamás podré olvidar, y menos, teniéndote presente todos los días, al lado mía, en aquel portarretrato, pero más importante, en mi corazón.

Noches en vela sin poder dormir. ¿Puede que seas tú? No lo sé, pero aún así noto tu presencia. Es extraño, lo sé, mas nunca creí haber perdido la cordura, y mucho menos, ahora.

No sé dónde estás ahora, y puede que no quiera saberlo. Tengo miedo a que ese día me llegue, al igual que todo ser humano. Tú, ni te diste cuenta de que tu momento había acabado.

Se nos escapa de las manos, y no podemos hacer nada.

Por favor, sólo quiero que este sufrimiento pare, y de una vez por todas.

Todos y cada uno de los meses que han pasado, por las mismas fechas, vuelve ese sentimiento de soledad, de tristeza. ¿Será por esto? Sinceramente, no lo sé. Pero sólo quiero que acabe. No quiero sentirme mal por ello; sólo quiero alegrarme, pues el sufrimiento pasó, y ni te dolió.


Te echo de menos.





Y.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión cuenta. Házmela saber (: