Del cielo al suelo

6 de noviembre, 2009


¿Sabes cómo me siento?

Hundida...

Hundida en un mar de lágrimas...

¿Lágrimas digo?

No, pues ninguna cae sobre mi rostro.

Confusión.

Tristeza.

Dolor en mi pecho.

¿A qué se debe?

¿Estómago o corazón?

¿Las dos cosas?

No lo sé...

Sólo sé que estoy rota.

No quiero ver a nadie.

Sólo quiero escuchar música,

desahogarme escribiendo,

desahogarme hablando con mis amigas.

Os necesito.

¿Dónde os habéis metido?

Necesito un apoyo.

Necesito un hombro en el que llorar.

Ya ni un Hakunamatata me sirve para animarme.

¿Dónde están esos buenos recuerdos?

¿Dónde están esas canciones felices?

¿Dónde están esos momentos de felicidad?

No encuentro nada de eso.

Sólo negro.

Oscuridad.

Música...

La música,

mi única acompañante.

¿Amigos?

Pocos, pero fuertes.

¿Ahora?

Sólo 2.

No quiero mirar atrás...

No quiero volver a verlo.

Me obligo a hacerlo.

Aún no lo creo.

Pensé...

Creí...

Sólo fue una ilusión.

Ánimos por los aires.

No sé la razón.

Todo gira entorno a tí.

Ánimos al suelo.

Y todo por tí.

No creo que llegues a leerlo.

¿O sí?

Quién sabe.

Si te das por aludido/a..

Espero que te llegue.

Küsses,

Y.